viernes, 27 de junio de 2014

Mercado Sonora: Infierno animal



En el mercado de Sonora, de la Ciudad de México, se puede conseguir cualquier animal anormal. Es el mismo sitio que la revista México Desconocido califica de turístico y exótico, altamente recomendable.

Es el lugar de la impunidad que explica el porqué el tráfico ilegal de especies se ha convertido en el tercer negocio más lucrativo del mundo, después de las drogas y armas, lo cual ha puesto en peligro de extinción a alrededor de 700 variedades de animales.

Águilas de "dos mil varos", reptiles pequeños, de 100 pesos hasta 500 pesos. Los vendedores de especies exóticas tienen su fuero y su sistema de ajusticiamiento: documentar el maltrato puede hacerte merecedor a una golpiza. No obstante la ilegalidad, también se pueden encontrar animales “legales”, que viven en pésimas condiciones de higiene donde el piso está cubierto en su mayoría  paja y periódico mojado, olor a granja y humedad, jaulas escurriendo excremento.

Gatos recién nacidos en cajas de cartón con agujeros para que respiren, gallinas en el piso amarradas y cabras, borregos y conejos amontonados en espacios muy reducidos. La mayoría de los animales de granja y/o domésticos viven deshidratados y desnutridos, una gran parte enfermos o a punto de morir, drogados para que no hagan ruido. Incluso las personas los ocupan para rituales y sacrificios.

Este infierno en plena Ciudad de México se explica parcialmente por dos razones:

Los consumidores: Por el capricho de tener un animal exótico, se ignoran las necesidades de éstos, el proceso de captura y la alteración del ecosistema que se ocasiona. Los mafiosos sólo satisfacen las necesidades de un consumidor, avaricioso, ignorante e insensible.

La incapacidad de la autoridad: La Brigada de Vigilancia Animal en la Ciudad de México carece de la infraestructura y recursos suficientes para atender las denuncias por maltrato animal.

Las autoridades mexicanas no tiene capacidad para atender el problema del tráfico ilegal de especies (ni la disposición, sólo les importa la espectacularidad). En casi 2 millones de kilómetros cuadrados, siendo el quinto país megadiverso por poseer en conjunto 70 por ciento de la diversidad de flora y fauna del planeta, no hay una política, solo paliativos, para frenar el maltrato animal. Si no pueden en el Mercado Sonora, menos van a poder en todo el país.

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