lunes, 6 de octubre de 2014

Indignación por matanza de animales en el oriente de Mérida

Perros, gatos, zarigüeyas y hasta un “pich” murieron ayer por la madrugada en calles de la colonia Benito Juárez Oriente, a un costado del Anillo Periférico oriente de Mérida, pues unos sujetos colocaron en la vía pública recipientes con comida envenenada, incluso aventaron alimentos tóxicos a las casas, con el afán de acabar con toda la fauna de la zona.

Se observó que en plena vía pública, en la calle 25-B-1 entre 10 y 10-A, había tirados afuera de una casa dos gatos, una zarigüeya y hasta un “pich” (cuervo yucateco).

Los vecinos de la zona comentaron que no eran los únicos animales muertos, sino que también había muchos más, en zonas que colindan con el Anillo Periférico.

Se encontró dentro de una casa al perro “Lobo”, de cinco años de edad, y en la esquina a “Sam”, de 12 años. Los dos habían muerto tras comer lo que les aventaron dentro de sus casas, que era pescado, pollo o sopa envenenada.

Los vecinos de esta calle estaban enojados, pues ya no se trató únicamente de alguien que haya dejado la comida tóxica en la calle para animales sin dueño, sino que se lanzó también contra los que tienen hogar.

A la vuelta, sobre la calle 10-A con 25-C, se observó que en la terraza de un predio en la esquina había un gatito muerto. Se llamaba “Tanto”, tenía poco más de un año y estaba sacando espuma por el hocico.

Más adelante, en el pasillo de una casa, se apreciaba a un perro pitbull que igual había sido víctima del veneno que alguien le arrojó.

La gente del rumbo, una vez que se dio cuenta de lo ocurrido, llamó a la Policía, y a la zona llegaron varias patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), cuyos agentes tomaron nota de lo ocurrido.

Lo primero que se observó fue que en la calle había platos de plástico con pescado, pollo o sopa que estarían envenenados.

Invasión a las casas

Lo peor es que no sólo se colocaron dichos platos en las calles, sino que además el autor o autores de esta masacre aventaron los alimentos dentro de las casas para arrasar con todos los animales que se pudiera.

Agentes de la Fiscalía General del Estado dieron fe de lo ocurrido, y se solicitó la intervención de un veterinario para determinar qué clase de sustancia causó la muerte de los animales.

Dijeron que hace un año más o menos ocurrió algo similar, pero no alertaron a la Policía. Ahora sí lo hicieron, porque no es justo que una o varias personas estén atentando contra la vida de los animales, y peor aún que la comida envenenada que se quedó en la calle pudiera haber sido tocada por uno de tantos niños que hay por el rumbo.

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